Crónica de un desdén anunciado


“No eran amantes, no eran novios y tal vez no eran amigos, pero siempre fueron el uno para el otro” -Benedetti 



Permite que nos rinda un homenaje.

Me voy pero no sin antes contarles una obra.

 

YO AQUÍ, BOHEMIA Y MI DESEO DE AFERRARME A LAS ESPINAS DE LAS ROSAS.

 

Le robé palabras a tu ausencia para tratar de seguir.

Sé que voy camino a nada con estas letras, pero a veces

Nada importa, y ese día es hoy.

 

ACTO 1

Nos encontramos. 

Ha pasado un año sin saber de los dos.

Esa versión que todos tienen, ahora que nos decimos

Que ninguno se perdía detalle de la vida del otro.

“Al fin soy el protagonista de El encuentro” dices.

 

¿Qué vamos a hacer? , digo yo.

“Que sea un amor prohibido, que no nos puedan ver”  dices tú.

 

ACTO 2


Qué rico tenerte de frente y volverte a tocar.

 Nos abrazamos, nos besamos, nos olemos.

Reímos, lloramos, temblamos, nos chupamos, nos tocamos.

Nos volvemos uno.

 Qué rico habernos borrado los besos 

para que nos los volvamos a dar, una vez más.

 

ACTO 3 


Pasará el tiempo, dime por dónde vino y hacia dónde fue.

Amantes y amigos, nos vimos y nos descubrimos.

Fuimos la libertad en lo prohibido, comprendimos que nada

estaba perdido.

Hemos cambiado, pues nos cambió el camino.

Yo te bendigo.


Las noches nos esperan para beber, hablar, beber y hablar.

Acumulamos más amaneceres juntos a aquella colección que atesoramos de una vida juntos.

No encontramos la respuesta nunca

A la eterna cuestión…

¿De dónde viene ese poder invencible, a veces cruel y despiadado

A veces tierno y suave, resistente e irreverente que nos controla, 

al sólo poder dormir en completa paz, uno en los brazos del otro? 

Inventamos la droga más peligrosa del mundo.

Enredados, tejidos y nuestras manos no se sueltan,

Y es que nunca se soltaron.

 

Fuimos compañeros, colegas, amantes, amigos, 

esposos, fuimos el enemigo…

Estamos aquí, como empezó: amantes y amigos.

HOY:

Extraños de nuevo.


 ACTO 4

Pero luego estás también tú, el error de la ecuación.

El sabotaje al momento preciso.

Tú, que puede que hayas visto en él lo que yo ví.

Pero también sé, que amas la parte mía en él.

¿Será que también os habéis enamorado de mí?

 Te susurraría al oído que lo lamento, pero sólo un poco.

Algo me dice que siempre lo supiste.

Porque cuando a una la engañan, no sólo se sabe, se siente. Tan evidente y tú o ciega o indiferente porque él ya no te importa desde hace tiempo. 

Y eso me hace pensar que nos diste aprobación y a él, tu permiso.

Nos pertenecemos. Esa es la única explicación que yo daría al jurado.

Diría “lo siento” porque él ha dicho que tiene un deber moral con vos.

Sin embargo, nadie debería disculparse por hacer cosas de las que no se arrepiente.

Así que mientras tú dormías, dejábamos de escondernos detrás de la luna 

y debajo del cielo negro fuimos libres de amarnos y gritarlo entre martinis, grillos

Bares, calles, lluvia, frío y mis gatos.

Que sí, que nos arrancamos a mordidas todos esos besos que acumulamos 

Con el paso del tiempo y distancia; que se arrancaron los te amos y las ropas. 

Que ni tú ni nadie más estuvo en nuestras conciencias.

Nadie se hizo presente más que el deseo, amor, melancolía y añoranza que fingimos no tener más mientras estaban en un cofre con la cerradura

Averiada, en éxtasis por salir a dominarnos.

Que cada movimiento en este ajedrez de murciélagos Versus relámpagos era un acto de devoción hacia el otro.

No ha sido nada personal. 

Se dice que en nombre del amor, se hacen locuras y siempre alguien termina roto.

Te dejo el jaque, como consuelo para vos.


ACTO 5

Y usted, joven amor mío, ¿Qué esperaba pues, que yo hiciese después de volver a meternos uno en la piel del otro?


Se sabe que he sido una romántica y medio poeta, sólo que ahora más cínica que nunca, corriendo libre entre bosques y caminos de amapolas.

Os obsequio el camino más fácil de odiarme y maldecirme al revelar que sí, que hemos corrido con tijeras unas decenas de días y noches.


ACTO 6

Te quiero, porque a pesar de todo me vas a seguir queriendo un poco más.

Tú sabes, que sólo se odia lo querido.

Te quiero, porque dentro del abismo del supuesto olvido, vas a seguir siendo el mismo para mí y yo para ti. 


INTERMEDIO

No hay más despedidas.

Toca esperar nuestro turno. 



MI PLAYLIST: Endless https://open.spotify.com/playlist/16oRkhnk5lFq4p3einvADh?si=JUFPuyshRU-3oe9NZQ91dQ&pi=4iluxRl4QDWww


MI TRAGO: Mezcal.




Comentarios

Entradas populares