RADICALES LIBRES
Y es que parece mentira
que a todos nos cueste la vida,
pero de repente hay un día
Que gritas: ¡Joder qué alegría!Nos hemos tomado unos vinosles he dicho que cuánto los admiroy al terminar he comprendidoque es que es todo tan relativo.
Hemos amanecido contentos
y ya nos da igual lo que piensan
vamos a subir el volumen
y ya no nos veis hasta ellunes antes de almorzar…
Así bailaba - Rigoberta Bandini
En la pantalla aparece “The end” a esta película interracial surrealista que dirigimos y producimos nosotros mismos.
El folló te remonta a todos los cuentos de hadas que alguna vez escuchaste incluyendo a sus princesas, príncipes, gnomos, sapos, brujas malvadas, montañas, el puto catalán, secretos, insectos parlantes, aliados, enemigos y muchas gallinas.
Pude respirar otra vez desde que puse un pie en estas hectáreas de riqueza que ambiciono tener un día.
¿Por qué estamos aquí?
Por radicales.
Libres, como nosotros.
Esa libertad que nos ha costado lágrimas y sangre pero que hoy es el presente que saboreamos con tanta dulzura y jugosidad como morder un paraguayo después de estar colocados.
Vivimos entre montañas y huertos, infinitas plantas de mastuerzo y salvia, regaños, café con leche, perros, risas, gallinas, travesuras, tijerillas, Murry guapo, olor a madera, hashis, caballos, vino, olor a lluvia, campari, pan con tomate y foet, sol de medio día, constelaciones al anochecer y bandejas interminables de comida repleta de radicales libres.
Si todo saliese mal en tu vida, ¿qué harías? Pregunta Alo.
Irme de voluntariado a Europa, quizás.
Lo peor ya pasó y no volverá.
“Como el colibrí que embellece un mundo en pedazos, pacté que todo irá bien, que un hada cosecha murciélagos negros desde la raíz y hay un acto de veneración que ilumina nuestras miles de cuevas”
Mayara arrivó primero, con sonrisa dibujada en esa carilla de niña bella brasileña, feliz como sólo ella sabe serlo todo el tiempo y en todo momento.
Me recibió, orientó y me hizo saber sin decirlo que estaría ahí, para mí y yo para ella.
Verla bailar sola, escucharla cantar con ese talento que Andrea ya había descubierto es prácticamente un requisito para cada noche a lado de la chimenea.
Entre postres, vinos hurtados en tazas de café y porrillos y los choricitos que lleva en los pies.
Compartir la devoción por la comida con ella ha sido nuestra epifanía grupal, porque ella en su estado natural y salvaje, siempre será la más volada de los cuatro.
Se va a ver estrellas y regresa a nuestro lado mientras come un pan con tomate por las mañanas, pero el verla disfrutar de LA carbonara después de ausentarse y volver a casa a nuestro lado, fue como sentir la lluvia en la cara para el resto de nosotros.
Que me la llevo así en la memoria a mi hermana… feliz y comelona, con su sinfonía ¡Ay caray! Y con toda la esperanza de vernos cada mayo.
“Vivimos en una fábula de comida”
Fue como empezar de cero, lo supe desde que subí a ese avión con destino a Barcelona.
Llegar a Tagamanent era tan sencillo que, por supuesto tuve que complicarlo yo misma y tras varias horas de una segunda travesía junto con la ayuda de John cargando mis maletas y chuleando mi inglés, llegué a la estación de Figaró.
Estos meses en tierras extrañas, finalmente aprendí a pedir ayuda a los demás.
El cansancio me ha permitido echar una ojeada a mi alrededor y di por hecho que sería feliz como un mono.
Vino a saludar aquel chiquillo con sonrisita picara de niño travieso y amable.
Verlo jugar con la niña Ana me causó ternura.
Me cuestionaba su sexualidad.
Dado a su limitado español y nulo inglés, me di por vencida en la primera cena tener una conversación y los primeros días sentí que nos caíamos muy mal.
Nuestra primera cosa en común fue Canelo Álvarez y que notó las contracturas de mi espalda por cargar mi mundo en mis hombros.
No entendí por qué subí sonrojada a mi habitación después de haberme dicho con google traductor que mis pecas son fascinantes.
Fue la noche del 3 de mayo, 12am, donde arriesgó el pellejo lanzando un petardo con confetti por mi cumpleaños y hacerme reír como hacía mucho que no lo hacía.
Capitalista, blanco y no ecologista… así lo amamos.
El dandy del grupo… la luz corregiría yo.
Nos hace reír todo el maldito día, nos patrocina la planta más bella del mundo, es tan amable que le causa placer llevar traer a todos en su alfa romeo sin quejarse; hablar por teléfono con su familia y amigos es su pasión, porque siempre está pensando en los demás, haciendo actos buenos con la alegría más grande del mundo.
nos hace sentir que todo estará bien; y nosotros … lo cuidamos y amamos a cambio.
El güero, merece un texto infinito para él sólo.
Mercé es un personaje en todos los sentidos, alma incomprendida, asumo yo.
Nos hemos encontrado justo en el medio donde ella tiene lo que yo anhelo tener, tengo todo con lo que ella ya no cuenta, me da su conocimiento y yo reafirmo lo que no quiero ser. Al final, la llevaré dentro, porque busco ver belleza donde no la hay y hasta el monstruo más feo… tiene su encanto.
Y hablando de almas incomprendidas, llega el autor de la frase anterior.
Tengo la sospecha que Alonzo también fue emo.
Hay días en las que nos entendemos sin decirnos nada.
Tiene una palabrera personal, donde acumula toda clase de frases, dichos y expresiones en diferentes idiomas. Poeta maldito, por supuesto.
Un lobito de los Andes, como el cóndor que pasa mientras damos gracias a la vida y escuchamos a Mercedes Sosa.
Nos dice “no pasa nada” y pasa todo.
Me ha hecho saber lo mucho que ama a mi país y yo quisiese que el comprenda lo mucho que lo amo y cuánto echaré de menos a este hermanito, por el cual obtuve injustamente una maldición gitana por llamarlo “cariñito”
ÉL usa “Fra” o fratelo” mientras a Mayara le llamo hermana mientras a la Mercé le sabe mal. Andrea es mi bro en voz alta, para no levantar sospechas.
“hermano, no follar donde trabajo, en esta mesa yo cocino”
Por ellos, conozco por vez primera lo que es fraternidad.
Después de tanto andar sola, finalmente uno encuentra a su manada.
Si uno se pierde, el otro le indica por donde es el camino, si uno no tiene plata la otra paga, si alguno comete un error el otro lo repara sin decir más, si uno hace una travesura el otro lo cubre, si le llaman la atención a uno el otro lo defiende…
Hermandad, le dicen.
Vivo la epifanía de escuchar a mis cantantes favoritos C. Tangana y Rigoberta Bandini cada que hay faena. Gracias España.
Podríamos adjuntar este cortometraje a aquella película argentina que les puse, “relatos salvajes” molaría sin duda alguna.
¿Has estado tan sola que pasabas los meses hablando con tus gatos, bebiendo hasta ver el amanecer a través de un volcán activo, mientras te preguntabas, qué coño hago aquí?
Por fin encontré mi lugar y la paz que tanto anhelé.
“Por definición, un radical libre es una molécula que se produce cada día en nuestro organismo, necesarias para determinadas funciones, pero, la producción de radicales libres a lo largo del tiempo puede tener efectos negativos…”
Las heridas han cicatrizado y ahora son sólo eso, marcas del pasado.
Cada uno, lo perdió todo en algún momento.
Perdimos la paz, perdimos padres, perdimos nuestra tierra, nuestra comida, nuestro hogar, nuestras sonrisas, perdimos amores, perdimos el camino, la luz, perdimos trabajos, perdimos amigos, perdimos dinero, perdimos el rumbo…
Y todo conspiró para que nuestras almas se encontraran en el mismo sitio.
Si llegamos vivos hasta aquí, no nos va a matar una vieja herida.
Vivimos para sobrevivir, en esta dulce decadencia.
Pero, siempre nos tendremos los cuatro, el uno al otro, a Barcelona y pan con tomate.
Con todo mi amor, aprecio respeto y gratitud…
Para la familia que estaba escrito que yo encontrara.
¡AARAA!
Mayara, Alonzo y Andrea.
MI TRAGO: Mojitos y vino bio catalán
MI PLAYLIST: Radicales libres - Spotify
LUGAR DE LA SEMANA: El puertecillo, Barcelona
… eres maja …!!!
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